Sunday, November 22, 2009

RAMONA BUSTAMANTE. Hija del monte

El 11 de noviembre del corriente año, la Cámara del Crimen de Deán Funes, falló en forma desfavorable hacia Ramona Bustamante, la anciana de 83 años que habita el paraje de Las Maravillas o El Verde, cercano a Puesto de Luna, Puesto Castro y a 20 kilómetros de Sebastián Elcano en el Departamento Río Seco desde que sus ojos vieron la vida...
El domingo 15, partimos al alba hacia su casa y allí, nos esperaba Ramona.
La historia:
http://www.argenpress.info/2009/11/argentina-ramona-bustamante-su-historia.html

Por
VERÓNICA CARDOZO

Ramona ha franqueado los ochenta, lo dicen sus ojos y el bastón en que se afirma mientras camina bajo el sol agobiante de este norte cordobés. Otros deciden su vida, esa vida que para ella siempre ha sido la cotidianeidad de sus cabras, algunas ovejas y sus gallinas en el paraje Las Maravillas, cercano a Sebastián Elcano, que ni figura en los mapas.
Ramona no tiene miedo. Ramona no se irá a ninguna parte. “Me quedo aquí”, dice, y su mirada se pierde en el recuerdo del monte nativo que conoció y ya casi no existe, en aquellos días en que no podía imaginar el dejar su lugar y su pasado. O en ese momento en que la topadora aplastó sus únicas pertenencias y destruyó su rancho.
Porque llegó la soja. La que expulsa al monte y luego, de un manotazo, a los habitantes que convivían con él. La soja que se devora todo, polvo en los caminos y un mar de verde artificial, oro verde de unos pocos.
Pero Ramona tiene dignidad y morirá con ella, esa dignidad de los que han vivido, intuitivamente, en comunión con su entorno. Esa conexión con todo lo que la rodeó, desde que despertó a la vida.
Y hoy, ella, sin querer, se ha convertido en el paradigma de muchas Ramonas que no conocemos y se han entregado en silencio. Ramona resiste. El chañar que la cobija pegado al rancho es el confidente silencioso de su angustia contenida. Ella no sabe de leyes, pero resiste. Sus animales ajenos a lo que ocurre corren a su encuentro cada día.
Ramona resiste y lo seguirá haciendo, porque ella, también es el monte.

FOTOGRAFIAS: VERONICA CARDOZO












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